Viento y más viento. Frío y más frío.
Estepa, desierto, roca piedra, glaciar.
Matorrales algo olvidados por las flores.
Y viento que se convierte en canto.
Y frío que penetra el alma. Provocación.
El sur del Sur se ofrece agresivo y hostil a la piel y a los sentidos vulgares y extranjeros.
El extremo sur desafía y obliga a la búsqueda del goce. Incomoda.
Tal vez en eso consista su valor para los que no desean morir en la paz del confort.
Es una manera que encontró la belleza para ser descubierta y valorada.
Una belleza que se presenta esquiva y más que nunca está en los ojos del que mira.
En el sur del Sur los oídos atentos escuchan el llamado de los ancestros mapuches para no ser olvidados.
Nieve, montaña. Millones de años de hielo en movimiento, informe, vivo.
Glaciares capaces de arrancar lágrimas cálidas a los hombres en tanto sean capaces de atreverse.
Y más viento. Y más frío.
Aquí, al sur del Sur, el torrente de las aguas heladas transporta el reflejo de las lengas y de las aves desde la altura hasta los bosques, desde las nieves eternas hasta los ojos inquietos.
Silencio y más silencio.
Nada más que decir, solo la promesa de volver y resistir.
El Calafate, 2010
Una vez alguien me dijo que: "Basta solamente con saber mirar".
ResponderEliminarHermoso, hermoso, hermoso. Me emocionó hasta las lágrimas.
Lo último, hay pocas cosas que se disfrutan tanto cómo el Sonido del Silencio:
Hello, Darkness, my old friend,
I've come to talk with you again
because a vision softly creeping
left its seeds while I was sleeping
and the vision
that was planted in my brain
still remains
within the sound of silence.
In restless dreams I walked alone
narrow streets of cobblestone,
neath the halo of a street lamp
I turned my collar to the cold and damp
when my eyes were stabbed
by the flash of a neon light
that split the night
and touched the sound of silence.
And in the naked light I saw
ten thousand people, maybe more,
people talking without speaking,
people hearing without listening,
people writing songs that voices never share
and no one deared
disturb the sound of silence.
Fools said I, you do not know,
Silence like a cancer grows.
Hear my words that I might teach you,
take my arms that I might reach you.
But my words like silent raindrops fell,
and echoed in the wells of silence
And the people bowed and prayed
to the neon God they made.
And the sign flashed out its warning,
in the words that it was forming.
And the signs said: "The words
of the prophets are written on the subway walls and tenement halls."
Whisperd in the sounds of silence.
¡Felicitaciones, Tío!
Anto.